Un oráculo advierte a Desaparecida que su recién nacido hijo será el brazo ejecutor de la matanza de sus propios padres perpetrada por la reina Expropiadora.
Desaparecida se organiza con los suyos para sacar del poder a Expropiadora, pero las Fuerzas de la reina sorprenden a Desaparecida mientras duerme y es llevada a una cámara de torturas para que delate a su gente. Arrebatan a su recién nacido hijo que es llevado a manos de Expropiadora quien le pone por nombre Antiedipo y lo cría como hijo propio.
Desaparecida es asesinada al igual que toda persona sospechada de traición a la reina, sus cuerpos son arrojados al vacío y al pueblo no se le informa sobre la matanza, se le dice que esa gente ha desaparecido.
Expropiadora vive felices años con Antiedipo. Hasta que un monstruo, la Esfinge, comienza a tomar el pueblo tocando los rostros de las personas con sus dedos, de los cuales se desprenden ojos que permiten ver el real destino de los supuestos desaparecidos.
Expropiadora prepara a Antiedipo para la batalla final con la Esfinge, muestra fotos de Desaparecida a Antiedipo y lo convence de que su verdadera madre jamás debió haberlo dado a luz, que su maldad iba contra todo el amor de las madres del reino que querían vivir en paz.
Antiedipo acepta los ojos que le dio Expropiadora y cuando enfrenta la Esfinge en batalla desigual corta una de sus manos y le arrebata los ojos que esta le trae, la Esfinge se retira, mas luego regenera la mano perdida.
Antiedipo prende fuego las fotos de sus padres asesinados junto a los ojos quitados a la Esfinge y elimina definitivamente de su memoria a sus padres, cumpliendo la vieja profecía del oráculo.
